La pandemia de coronavirus llegó para cambiar la vida de todos. El confinamiento debido a la situación epidemiológica del Covid-19 ha provocado muchos cambios sociales y económicos, como la postergación o cancelación de eventos masivos y que la gente pase más tiempo en casa. Como resultado, los aficionados y expertos del mundo de la moda han estado encontrando nuevas formas de adaptarse y reinventarse.
Muchos sectores se están recuperando de las consecuencias de la pandemia Covid-19 mientras miran hacia el abismo de la recesión inminente. La industria de la moda no ha sido inmune. Además de los factores económicos, la industria también se enfrenta a un cambio estructural duradero.
Durante la última década la industria de la moda ha sido un éxito económico global. El crecimiento constante, el sólido desempeño del mercado asiático y el auge de las compras en línea establecieron una perspectiva brillante. Según la empresa de investigación de mercado Euromonitor International, en 2019 el valor del mercado minorista mundial de la moda fue de 1.78 billones de dólares. Esto significó un aumento del 14% con respecto al año anterior.
Al inicio de la pandemia, el pronóstico de ventas 2020 parecía prometedor. Sin embargo, la crisis sanitaria mundial ha afectado drásticamente a la industria de la moda en todo el mundo. Si bien muchos minoristas están preocupados por las cifras de ventas, está claro que el sector en general enfrenta cambios estructurales significativos que afectarán el comportamiento de los clientes, el calendario de la moda e incluso el estilo de las personas.
Prevalencia de las compras en línea
Antes de que comenzara el caos por la propagación del virus que causa Covid-19, ya se estaba viendo un crecimiento significativo del comercio electrónico. Las ventas en Internet era el segmento de mayor crecimiento de la industria de la moda para finales de 2019. Debido a que la gente se ha visto obligada a quedarse en casa y limitar sus salidas, la proliferación de tiendas en línea es una realidad y una gran oportunidad de negocios.
Con las tiendas de moda cerradas en todo el mundo, los consumidores se están trasladando a Internet. Una fuerte presencia en línea es clave para la supervivencia de las marcas ahora y su éxito en el mundo posterior a Covid-19.
Mientras que la llamada “moda rápida” sale volando de los estantes, la ropa duradera y sostenible está haciendo sentir su presencia como nunca antes. En definitiva, la moda dará un giro de 360º en el mundo posterior a Covid-19. Tonos tierra, estilos clásicos. Cubrebocas personalizados y con diseños exclusivos.
Cuando el mundo se recupere de la pandemia, la moda nunca volverá a ser la misma.
Las restricciones de viaje y las reglas de distanciamiento social han trasladado los desfiles de moda a un espacio digital en el futuro previsible. La transmisión en línea de desfiles y una política de no invitados podría convertirse en algo normal para las capitales de la moda y sus "influencers" de primera fila.
Auge de la sostenibilidad
Durante la crisis, muchos clientes y amantes de la moda han estado comprando de manera más consciente y pensando en los aspectos éticos de sus experiencias de compra. Es decir, se espera que la mentalidad del consumidor se acelere con la pandemia. Por ejemplo, ahora la gente está pensando mucho más en respaldar empresas nacionales que tienen una misión y una causa social.
Nadie vio venir la pandemia, pero el escenario en todo el mundo ha hecho que la gente se sienta y piense en sus opciones. Las personas que compren durante y después de la pandemia van más allá de las marcas y observarán aspectos fundamentales para asegurarse de que sus elecciones sean ecológicas. Si bien los colores continuarán en tendencia según la temporada, el énfasis estará más en la ropa funcional y de calidad.
La ropa de confort adquirió una nueva vida durante el confinamiento y seguirá siendo una tendencia alta. Sentarse en casa con camisetas y pantalones deportivos cómodos ha hecho que la gente se dé cuenta de la vanidad de los armarios llenos de ropa elegante, bolsos y zapatos. Es decir, muchas personas están presenciando la inutilidad de las compras impulsivas. Ahora desean comprar ropa que les guste, pero que también puedan usar con frecuencia y sea sostenible.
La pandemia de coronavirus ha obligado a repensar algunos hábitos de la industria de la moda. Las marcas y los minoristas están aprovechando la oportunidad para reinventarse y conservar a sus clientes. ¿Se debería vender ropa de temporada solo en la temporada correcta? ¿Las marcas de moda deberíamos pensar en consolidarnos con menos temporadas y un enfoque más de cápsula? Es decir, crear prendas de calidad versátiles que funcionen y en las que valga la pena invertir porque se puede usar y combinar en cualquier época del año, en lugar de tener ocho temporadas al año y que los compradores consuman moda rápida de temporada que termina en la basura en poco tiempo.
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¿La Covid-19 cambiará la forma en que nos vestimos?
La gente está comprando lo que puede usar en este momento, mientras que muchos todavía continúan en confinamiento y optando por las compras en línea.
Si bien la ropa deportiva y la ropa cómoda y ligera para estar en casa está de moda, se espera que la pandemia cambie la forma en que nos vestimos incluso cuando haya terminado. La Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial transformaron la moda de ese entonces y el armario de las personas.
La pandemia debido al SARS-CoV-2 causante de Covid-19 definitivamente es un parteaguas en la industria de la moda de este siglo. Tanto durante lo que dure la crisis sanitaria, como en el mundo posterior a Covid.19, surgirán tendencias creativas en la moda. No obstante, depende de los diseñadores y empresarios de la industria liderar este cambio.
Definitivamente, en el mundo posterior a Covid-19 cambiarán muchas tendencias en la moda y la forma en la que se viste la gente. Aún así, es demasiado pronto para saber exactamente cómo será.
La industria de la moda y confección, una de las industrias más grandes del mundo con más de 2.5 billones en ingresos anuales globales, se ha visto afectada como muchas otras industrias debido al confinamiento por la pandemia. No obstante, el crecimiento del comercio electrónico es un buen recordatorio de que las crisis pueden crear nuevas oportunidades de crecimiento. Las compras en línea han crecido de manera constante durante los últimos años, pero es verdad que se ha visto una aceleración masiva durante la pandemia.
El cambio al trabajo remoto, las videollamadas y las reuniones laborales y sociales virtuales han hecho que los consumidores sean más pragmáticos en su enfoque de la moda. No debe sorprender que los minoristas de moda reporten un aumento de 27% en las ventas de prendas de ropa “de la cintura para arriba”. Es decir, blusas de moda (ver: Blusa Mesh Sanrio City Unitalla), tops y sudaderas, mientras que las ventas de pantalones y faldas han bajado casi en la misma proporción (30%). Para satisfacer la demanda de los consumidores, los negocios minoristas de moda pueden centrar sus esfuerzos en diseñar, publicitar y vender prendas de moda de la cintura para arriba.
Finalmente, la mejor manera de que las marcas de moda atraigan a los compradores en el mundo posterior a Covid-19 además de un posicionamiento en los motores de búsqueda para las ventas en línea; es escuchando las preferencias de los consumidores, monitoreando su comportamiento de compra y creando productos que satisfagan las necesidades de los clientes. Especialmente en un momento en el que muchas cosas están cambiando, es fundamental considerar al consumidor desde el principio.
Con la pandemia activa y sus efectos en el futuro previsible, los diseñadores que sean capaces de encontrar formas seguras y creativas de publicitar y vender sus prendas, así como la calidad y originalidad de las mismas, generarán el mayor interés de sus potenciales clientes en torno a su marca y catálogo.